El Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Consejería de Sanidad, y la Federación Provincial de Hostelería y Turismo de Guadalajara han presentado hoy la iniciativa ‘Aquí la comida no se tira’, una campaña para visibilizar y concienciar acerca de la reducción del desperdicio alimentario que se va a implementar en muchos establecimientos hosteleros de la provincia de Guadalajara, así como en los Ayuntamientos de la provincia e incluso en centros educativos, ya en el próximo curso escolar, en este caso.
Sobre esta campaña, que se desarrolla por segunda vez toda Castilla-La Mancha en el marco de la llamada Estrategia de Economía Circular de Castilla-La Mancha 2030, han informado hoy el delegado de la Junta en Guadalajara, José Luis Escudero; la delegada provincial de Sanidad, Pilar Cuevas, y el presidente y el vicepresidente de la Federación Provincial de Turismo y Hostelería de Guadalajara, Juan Luis Pajares y Mario de Lucas, respectivamente.
Según ha reflejado Escudero, se van a distribuir desde el Gobierno regional para esta campaña unos 34.000 carteles, 2.500 envases para recoger los excedentes de la comida, 13.000 salvamanteles, 18.000 fundas para cubiertos y 1.800 pegatinas para distintos soportes, como los cubos de basura. Este material se complementa, además, con imanes con imagen de la campaña y calendarios que contienen recomendaciones.
“Es una forma más de visibilizar, de un lado, esta lucha contra el desperdicio alimentario y, del otro, de hacer un aprovechamiento de los excedentes alimentarios. Y qué mejor forma que hacerlo en los propios establecimientos profesionales que se dedican a dar servicio a comensales”. De hecho, el delegado de la Junta ha agradecido a la Federación de Turismo y Hostelería y a sus asociados su predisposición para tomar parte de esta campaña.
Pero además, este ‘Aquí la comida no se tira’ se va a llevar a distintos centros educativos de la provincia, en colaboración con la Delegación provincial de Educación, para la realización de charlas informativas sobre la necesidad de luchar contra el desperdicio alimentario, a la par que se ofrecerá a los alumnos y alumnas nociones sobre alimentación saludable y sostenible.
Igualmente, el Gobierno provincial distribuirá este material por los Ayuntamientos de la provincia para que estos le den el mejor uso posible a la hora de visibilizar la campaña.
El presidente de la Federación de Turismo y Hostelería, Juan Luis Pajares, se ha mostrado “encantado” de colaborar con esta campaña, pues “este tipo de acciones redundan en beneficio no sólo a nuestro colectivo, sino a todos los ciudadanos e incluso el planeta.
Según Pajares, aparte de los soportes de carteles y manteles, hay una cosa muy importante, que son los envases. Evidentemente el plástico no es el mejor material para hacer estas cosas, con lo cual este tipo de envase de cartón que se utiliza en esta campaña es mucho más reciclable y más ecológico, con lo cual estamos encantados de poderlo hacer de esa manera”.
El vicepresidente de la Federación, Mario de Lucas, ha subrayado, por su parte, que “aprovechamos los medios que en esta ocasión desde la Junta se nos ofrecen” para propiciar que “cuando a un cliente le quede una cantidad relevante de comida en el plato, pues no tenga ningún pudor ni ningún problema en pedirnos ese recipiente y terminar de comerlo en casa o darle el uso que consideren”.
Los focos de actuación de ‘Aquí la comida no se tira’
La campaña ‘¡Aquí la comida no se tira!’ surge como iniciativa de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Castilla-La Mancha dentro del Eje de Divulgación, con la intención de difundir y promocionar medidas para reducir el desperdicio alimentario en los dos focos de desperdicio alimentarios identificados:
• El ocasionado por la gestión de los alimentos durante su manipulación y almacenamiento.
• El ocasionado en el consumo de los alimentos durante su preparación y servicio.
Dentro de la manipulación, almacenamiento y presentación de productos se consideran como puntos sobre los que actuar: los establecimientos de la distribución, los domicilios particulares, los establecimientos del sector de la hostelería o canal Horeca y los comedores colectivos.
El desperdicio en consumo de alimentos, por su parte, queda circunscrito a las cocinas y comedores de los domicilios particulares, los establecimientos de restauración y los comedores colectivos en los que se pueda diferenciar una primera fase de preconsumo y una posterior de postconsumo.
La fase de preconsumo es la que genera desperdicio en el momento de la manipulación incorrecta previa al cocinado y la parte que se conoce como cocinado y no servido. La fase postconsumo sería aquella generada por el alimento servido y no consumido.
De esta manera, la campaña ¡Aquí no se tira nada! pretende llegar a todos estos puntos de posible intervención.
La estrategia, vía ley, en Castilla-La Mancha
Según datos de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), en España se tiraron a la basura en 2019 un total de 1.352 millones de kilos de alimentos y bebidas. Ello representaría, aproximadamente el 4,7% de todos los alimentos comprados en ese año.
Atendiendo a ese mismo informe de 2019, una familia media española habría desperdiciado algo más de 76 Kg/l de alimentos y bebidas durante un año.
“El desperdicio alimentario es, ante todo, un problema ético. No solo por el paradójico reparto de los productos alimenticios en la sociedad, sino también por las implicaciones en sostenibilidad, cambio climático e impacto ambiental”, según ha señalado el delegado de la Junta.
En Castilla La Mancha, la Ley 7/2019, de 29 de noviembre, de Economía Circular de Castilla-La Mancha, recoge como uno de sus objetivos la reducción de las pérdidas y el desperdicio alimentario en la cadena de producción y consumo, promoviendo prácticas eficientes y de consumo responsables.
Y como consecuencia de esta norma autonómica se aprobó en noviembre de 2022 la Estrategia de Economía Circular de Castilla-La Mancha 2030 mediante Decreto 17/2021, de 2 de marzo, en la que se proponen varias acciones de lucha contra el desperdicio alimentario.
Esta estrategia contiene, concretamente, 68 medidas reunidas en 19 líneas de trabajo. Una de ellas es la ‘Estrategia Sin Desperdicio 2030’, que tiene como objetivo reducir a la mitad el desperdicio alimentario en la región para ese 2030, cifrado en más de 60.000 toneladas al año, con un valor de unos 500 millones de euros.